Las poleas son dispositivos mecánicos que se utilizan para transmitir fuerza y movimiento en diferentes sistemas. Existen varios tipos de poleas, cada una diseñada para cumplir una función específica.
En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de poleas industriales y su aplicación en diversas industrias.
- Polea fija: este tipo de polea es excelente para redirigir la fuerza de forma efectiva. Se debe, principalmente, a que está unida a una estructura sólida (como una pared) y la cuerda queda libre para que una persona pueda mover un objeto.
- Polea móvil: en el caso de esta polea no es necesario que se sujete a otra superficie de forma fija, ya que la cuerda se puede unir a una superficie estacionaria. Además, la polea móvil cuenta con una ventaja mecánica, lo que facilita realizar los trabajos de levantamiento sin sobre exigirse.
- Polea compuesta: esta polea está compuesta por una polea fija y una móvil, lo que permite utilizar los beneficios de ambas. Para que funcione, el peso se sujeta a la rueda de la polea móvil, que a su vez está atada a una cuerda unida a una polea fija. Además de todas las ventajas ya expuestas, esta polea permite redireccionar la fuerza y la carga de trabajo total.
- Polea polipasto: este tipo de polea, también conocida como polea block and tackle, es una de las herramientas más eficientes para mover elementos pesados. Su diseño fue originalmente pensado por Arquímedes, el matemático griego, quién descifró la forma de emplear varias poleas fijas y móviles dispuestas en paralelo entre sí (poleas fijas alineadas con poleas fijas y móviles con poleas móviles.
- Polea cónica: es una polea de tipo especializado, que se caracteriza por estar compuesta de diversas ruedas de polea, apiladas una encima de otra, hasta formar una figura cónica. Esta figura permite cambiar la velocidad de los movimientos y requiere mucho menos trabajo.